
Toda la tarde con fiebre, en cama, pensando en misterios, el programa de radio, una fémina en particular y de paso mirando viejas películas de OVNIs. Los ratos en los que no duermo son confusos, la temperatura elevada tiene esa cualidad de nublar los sentidos, de ponerte en una suerte de trance en el que nunca sabes bien lo que estás haciendo. Así, las películas se llenan de protagonistas parecidas a la chica en cuestión (muy a pesar de lo variable...